Historia de otoño
Por José Roberto Saravia
En las calles bulliciosas y vibrantes de Tokio, donde los edificios se alzaban como gigantes de acero y cristal, Tsuto, un joven de dieciséis años, caminaba con la mirada perdida en la lejanía. Sus ojos castaños reflejaban una mezcla de tristeza y anhelo, como si su mente estuviera en otra parte, lejos del ajetreo de la ciudad.
A pesar de su fachada bromista y su fama poco halagadora, Tsuto siempre había sido un chico introvertido y solitario, sumergido en un mundo de fantasía. Uno donde los héroes legendarios luchaban contra poderosos villanos y los romances épicos florecían en medio de aventuras inimaginables. Su pasión por el animé y los videojuegos lo había convertido en un blanco fácil para las burlas de sus compañeros, quienes no comprendían la profundidad de su amor por esos mundos imaginarios, pero reales para él.
Sin embargo, había una chica que había logrado capturar su corazón desde el primer momento en que la vio. Akari, una joven de cabellos oscuros y largos como la misma noche, con una sonrisa que iluminaba cualquier habitación. Su belleza era indiscutible, pero lo que realmente cautivaba a Tsuto era su gracia y su confianza. Akari era la envidia de todas las chicas y el sueño de todos los chicos de la escuela.
Durante meses, Tsuto había admirado a Akari desde la distancia, soñando con el día en que encontraría el valor para confesarle sus sentimientos, pues sabía que ella jamás lo haría. Sin embargo, el miedo al rechazo y la inseguridad lo paralizaban cada vez que intentaba acercarse a ella. Hasta que un día de otoño, reuniendo todo su coraje, Tsuto finalmente la invitó a salir.
Con el corazón latiéndole a mil por hora, esperó ansioso la respuesta de Akari. Pero cuando sus ojos se encontraron con los de ella, vio reflejada una mirada de desdén y lástima que le partió el alma en pedazos. "Lo siento, Tsuto. Eres un chico agradable, pero nuestras vidas son demasiado diferentes. No puedo salir con alguien que no comparta mis intereses", dijo Akari con frialdad, como si sus palabras fueran dagas que se clavaban en el corazón de Tsuto.
En ese momento, Tsuto sintió como si el mundo se derrumbara a su alrededor. El rechazo de Akari confirmaba sus temores más profundos: que su amor por el animé y los videojuegos era un obstáculo insuperable para encontrar el amor verdadero. Se sentía incomprendido y solo, como si su pasión por ese mundo de fantasía lo convirtiera en un paria en el mundo real.
Con el corazón roto, Tsuto se refugió en su habitación, rodeado de los pósters de sus series favoritas y las figuras de acción que había coleccionado durante años. Allí, en ese santuario de ensueño, encontró consuelo en las historias épicas que tanto amaba, donde los héroes siempre triunfaban y los romances verdaderos superaban cualquier obstáculo.
Días después, el muchacho escuchó unas voces conocidas en el recodo de un pasillo de su colegio. Eran Hana y Arisa, las mejores amigas de Akari. Hablaban con risitas burlonas y susurros mal reprimidos. "¡Akari, fuiste muy amable con ese asqueroso Tsuto!" "¿Cómo pudiste contenerte y rechazarlo de una manera tan decente?"
La voz de Akari respondió: "Es que el bueno para nada de Tsuto puede ser asqueroso, pero a veces es bastante útil".
Tsuto sintió que su sangre hervía. Deseó decirles mil verdades a aquellas muchachas sin corazón. No obstante, solo pasó junto a ellas y las saludó con cortesía. Ni siquiera se detuvo a contemplar la reacción de las tres jóvenes que hablaban tan mal de él.
El muchacho, al término del día escolar, salió del colegio caminando con lentitud. Ya era tarde y el sol, como una gigantesca manzana incandescente, empezaba a hundirse en el horizonte. Tsuto se sentía deshecho. Había sido sincero y le habían pagado de la peor forma posible...
La sombra alargada del muchacho, a sus espaldas, lo seguía con parsimonia. Entonces, el joven, obtuvo una revelación. Al igual que sus personajes favoritos cuando terminaba un episodio, él marchaba solitario, a paso lento, hacia el sol.
Sí, el capítulo de hoy había terminado, pero la serie continuaba. Él podía ser el protagonista menos carismático del mundo, cierto, pero aún así poseía un corazón sincero y se hallaba armado con la valentía necesaria para perseguir sus sueños.
NOTA: Tsuto es un personaje de las novelas de la serie Himitsu no Mori, de Yeraldín Acosta.
A pesar de su fachada bromista y su fama poco halagadora, Tsuto siempre había sido un chico introvertido y solitario, sumergido en un mundo de fantasía. Uno donde los héroes legendarios luchaban contra poderosos villanos y los romances épicos florecían en medio de aventuras inimaginables. Su pasión por el animé y los videojuegos lo había convertido en un blanco fácil para las burlas de sus compañeros, quienes no comprendían la profundidad de su amor por esos mundos imaginarios, pero reales para él.
Sin embargo, había una chica que había logrado capturar su corazón desde el primer momento en que la vio. Akari, una joven de cabellos oscuros y largos como la misma noche, con una sonrisa que iluminaba cualquier habitación. Su belleza era indiscutible, pero lo que realmente cautivaba a Tsuto era su gracia y su confianza. Akari era la envidia de todas las chicas y el sueño de todos los chicos de la escuela.
Durante meses, Tsuto había admirado a Akari desde la distancia, soñando con el día en que encontraría el valor para confesarle sus sentimientos, pues sabía que ella jamás lo haría. Sin embargo, el miedo al rechazo y la inseguridad lo paralizaban cada vez que intentaba acercarse a ella. Hasta que un día de otoño, reuniendo todo su coraje, Tsuto finalmente la invitó a salir.
Con el corazón latiéndole a mil por hora, esperó ansioso la respuesta de Akari. Pero cuando sus ojos se encontraron con los de ella, vio reflejada una mirada de desdén y lástima que le partió el alma en pedazos. "Lo siento, Tsuto. Eres un chico agradable, pero nuestras vidas son demasiado diferentes. No puedo salir con alguien que no comparta mis intereses", dijo Akari con frialdad, como si sus palabras fueran dagas que se clavaban en el corazón de Tsuto.
En ese momento, Tsuto sintió como si el mundo se derrumbara a su alrededor. El rechazo de Akari confirmaba sus temores más profundos: que su amor por el animé y los videojuegos era un obstáculo insuperable para encontrar el amor verdadero. Se sentía incomprendido y solo, como si su pasión por ese mundo de fantasía lo convirtiera en un paria en el mundo real.
Con el corazón roto, Tsuto se refugió en su habitación, rodeado de los pósters de sus series favoritas y las figuras de acción que había coleccionado durante años. Allí, en ese santuario de ensueño, encontró consuelo en las historias épicas que tanto amaba, donde los héroes siempre triunfaban y los romances verdaderos superaban cualquier obstáculo.
Días después, el muchacho escuchó unas voces conocidas en el recodo de un pasillo de su colegio. Eran Hana y Arisa, las mejores amigas de Akari. Hablaban con risitas burlonas y susurros mal reprimidos. "¡Akari, fuiste muy amable con ese asqueroso Tsuto!" "¿Cómo pudiste contenerte y rechazarlo de una manera tan decente?"
La voz de Akari respondió: "Es que el bueno para nada de Tsuto puede ser asqueroso, pero a veces es bastante útil".
Tsuto sintió que su sangre hervía. Deseó decirles mil verdades a aquellas muchachas sin corazón. No obstante, solo pasó junto a ellas y las saludó con cortesía. Ni siquiera se detuvo a contemplar la reacción de las tres jóvenes que hablaban tan mal de él.
El muchacho, al término del día escolar, salió del colegio caminando con lentitud. Ya era tarde y el sol, como una gigantesca manzana incandescente, empezaba a hundirse en el horizonte. Tsuto se sentía deshecho. Había sido sincero y le habían pagado de la peor forma posible...
La sombra alargada del muchacho, a sus espaldas, lo seguía con parsimonia. Entonces, el joven, obtuvo una revelación. Al igual que sus personajes favoritos cuando terminaba un episodio, él marchaba solitario, a paso lento, hacia el sol.
Sí, el capítulo de hoy había terminado, pero la serie continuaba. Él podía ser el protagonista menos carismático del mundo, cierto, pero aún así poseía un corazón sincero y se hallaba armado con la valentía necesaria para perseguir sus sueños.
NOTA: Tsuto es un personaje de las novelas de la serie Himitsu no Mori, de Yeraldín Acosta.
Publicado el 3 de enero de 2025. Disponible hasta el 3 de julio de 2025.
Publicado con permiso del autor bajo la licencia de Creative Commons:
Publicado con permiso del autor bajo la licencia de Creative Commons: